En el marco del 168º período ordinario de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se concedió una audiencia a la Red Internacional “Corpora en libertad” para exponer la situación de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT+) privadas de libertad en las Américas.
La delegación de Corpora en Libertad, en representación de Ari Vera, Mariel Ortega, Katalina Ortiz y Bianca Rodríguez, presentó un diagnóstico regional sobre las principales problemáticas que enfrenta este colectivo en prisión, enfatizando las formas de violencia, el acceso de la salud integral y las buenas prácticas.
Dada la precaria situación de las personas LGBT+ privadas de la libertad en América, se solicitó que se inicie un diálogo profundo con la Comisión para visibilizar las dimensiones problemáticas y poder establecer agendas de trabajo y cooperación conjunta y garantizar los derechos fundamentales de este colectivo en nuestra región.
En el documento presentado ante la audiencia se solicitó más puntualmente:
1. Que la Comisión Interamericana incluya de manera permanente y transversal en su agenda temática y geográfica, la atención a la situación que enfrentan las personas LGBT privadas de la libertad en América, y que este monitoreo sea reflejado en la producción de insumos anuales por parte de este órgano;
2. Que la CIDH trabaje con los Estados Miembros de la OEA, y los pares en las Naciones Unidas para que los Modelos de Gestión Penitenciaria incluyan estándares mínimos de reconocimiento de la identidad de género a las personas PPL que contemplen:
- 1ro. el reconocimiento legal de la identidad voluntaria en toda la documentación de identidad tramitada a lo interno del Sistema Penitenciario;
- 2do. que la ubicación física dentro del sistema sea en respeto y validación de la voluntad de la persona;
- 3ro. que se garantice el acceso a elementos para la construcción de la identidad;
- 4to. Que se garantice la libre expresión de la identidad mediante el uso de prendas de vestir acorde a la identidad de género;
- 5to. que se garantice el acceso integral a la salud, incluyendo tratamientos de reafirmación como hormonas; y
- 6to. se garantice el acceso a la visita familiar e íntima sin discriminación. Entendiendo como familia no sólo las relaciones consanguíneas, sino también las amistades y/o familia extendida.
Esto debe ser extensivo a todos los centros de privación de libertad se encuentren estos o no bajo la modalidad de la privatización.
3. Que la CIDH inste a los Estados de la región a adoptar las medidas legislativas, administrativas y/o de cualquier otra índole que sean vinculantes y de naturaleza permanente, para que en los centros de privación de libertad se prevenga y proporcione protección ante la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes, perpetrado por razones relacionadas con la orientación sexual y/o la identidad de género -real o percibida- de la persona, así como la incitación de tales actos;
4. Que la CIDH inste a los Estados de la región a garantizar el acceso de organizaciones de sociedad civil a los centros de privación de la libertad para coadyuvar al cumplimiento de los estándares mínimos requeridos para el respeto de los derechos de las personas LGBT privadas de la libertad y a los objetivos de la reinserción.
5. Que la CIDH inste a los Estados de la región a la capacitación técnica y sensibilización del personal de los centros de privación de libertad en temas de orientación sexual, identidad de género, identidades no normativas y diversidad. Estas capacitaciones deberían ser coordinadas en conjunto con organizaciones de sociedad civil, y en aquellos casos donde éstas las provean, sean apoyadas con recursos públicos.
6. Que la CIDH inste a los Estados de la región a la adopción de procesos disciplinarios transparentes, que respeten el debido proceso, donde los funcionarios no funjan como “juez y parte”, y las organizaciones de la sociedad civil puedan fungir como observadores.
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